En un contexto donde el tema energético es una prioridad, el pasado 7 de octubre, el Congreso de los Diputados acogió la presentación de una macroencuesta sobre la transición energética, en la cual participaron más de 8.000 jóvenes de entre 16 y 30 años de edad.
Como explica Demos Lab, una de las organizaciones que impulsó este acto, la encuesta denominada “El Futuro es Energía” forma parte del proyecto de participación ciudadana “El Futuro es Ahora” que desde 2020 se ha dedicado a la exploración de temas trascendentales para el bienestar público.
Cabe destacar que Demos Lab trabajó en conjunto con Talento para el Futuro y Democracia Digital para concertar la acogida de la presentación de la macroencuesta en el seno de sala Clara Campoamor. Todo esto con el objetivo de trasladar las propuestas de la juventud sobre la transición energética a los líderes del ámbito político y empresarial.
La importancia de las energías renovables
Es importante mencionar que “El Futuro es Energía” nació como respuesta a las inquietudes y propuestas expresadas en una encuesta previa, llevada a cabo en 2022 bajo el nombre de “El Futuro es Clima”. Para ese entonces, los jóvenes señalaron que las energías renovables debían ser el eje central en la lucha contra el cambio climático.
Con la nueva encuesta, presentada este 2024, se pretende profundizar en la definición de las políticas energéticas, bajo un enfoque donde la juventud desempeñe un papel protagónico. Por lo tanto, más allá de solo explorar las inquietudes de los jóvenes, el estudio busca recoger propuestas concretas sobre la transición energética, garantizando la representatividad de diversas sensibilidades y regiones. Por este motivo, el informe incluye las valiosas conclusiones de un Foro de Expertos que complementaron las aspiraciones de los jóvenes gracias a su aporte de soluciones concretas desde el punto de vista técnico para asegurar su viabilidad.
Conclusiones principales
Ahora bien, en términos cualitativos, uno de los aspectos más concluyentes del “El Futuro es Energía” es que el 89% los consultados considera que es mucha o extraordinaria la importancia de la transición energética para combatir la crisis climática. Además, la perspectiva expresada por los jóvenes refleja un gran interés por la sustitución de los combustibles fósiles, como el petróleo y el gas, por alternativas renovables, con el objetivo de disminuir los niveles de dióxido de carbono.
En ese sentido, el 90% los encuestados considera que las políticas públicas y la regulación son determinantes para poder avanzar hacia la transición energética. De igual modo, el 79% de los participantes opinó que la legislación debería ser más ambiciosa y rigurosa para abordar este tema.
Finalmente, el estudio concluyó que algunas de las medidas claves para la transición energética incluyen las ayudas directas al autoconsumo, la inversión en redes para electrificar la economía, el aumento de impuestos a las energías contaminantes y las ayudas o facilidades para comprar coches eléctricos.