Según CSIF/SPF, la patrulla actuante tuvo que solicitar recursos sanitarios para atender a los heridos, así como refuerzos policiales para poder restablecer el orden en el centro, al encontrarse a un menor tendido en el suelo con una herida abierta en la cabeza, otro con una crisis de ansiedad, una decena de usuarios rompiendo cristales, golpeando mobiliario y arrojando objetos desde los pisos superiores, además de otro menor que tuvo que ser trasladado en ambulancia por unos graves cortes en el brazo ocasionados al golpear voluntariamente un cristal
El sindicato de Policía Foral CSIF/SPF ha desmentido las declaraciones del consejero de Interior y de los responsables del Departamento de Servicios Sociales con respecto a lo ocurrido este pasado martes en el centro de menores de Marcilla, ya que la Policía Foral fue requerida a acudir al COA de Marcilla porque, según las palabras de los propios trabajadores del centro, “se estaba produciendo un motín y un menor se había causado autolesiones”.
Según CSIF/SPF, la patrulla actuante tuvo que solicitar recursos sanitarios para atender a los heridos, así como refuerzos policiales para poder restablecer el orden en el centro, al encontrarse a un menor tendido en el suelo con una herida abierta en la cabeza, otro joven con una crisis de ansiedad, una decena de usuarios rompiendo cristales, golpeando mobiliario y arrojando objetos desde los pisos superiores, además de otro menor que tuvo que ser trasladado en ambulancia por unos graves cortes en el brazo ocasionados al golpear voluntariamente un cristal.
Por ello, desde CSIF/SPF han criticado el hecho de que «los máximos responsables políticos en la protección de los menores minimicen la entidad de lo ocurrido» este pasado martes en el centro de menores de Marcilla, que «sólo lo diferencia de otros acaecidos recientemente por su trascendencia mediática».
Señalan que el requerimiento policial por parte del centro ha sido habitual desde su apertura en julio de 2019, y que se ha incrementado significativamente desde comienzos de 2022. Apuntan a que sólo en el mes de abril se pueden contabilizar más de veinte incidentes, la mayor parte desarrollados dentro del recurso y relacionados con traslados a otros centros por desajustes conductuales, problemas con el consumo de estupefacientes, agresiones y robos, cuyas víctimas principales son otros menores o los propios trabajadores.
De forma «inexplicable» para este sindicato, denuncian que se haya convertido en norma el que las patrullas sean utilizadas a modo de taxi para trasladar a los menores de un centro a otro o para retornarlos cuando se escapan de los mismos, lo cual tiene «consecuencias directas» sobre las funciones y el servicio de seguridad pública que presta la Policía Foral.
Por último, reclaman que el Gobierno de Navarra no oculte lo ocurrido, y también denuncian cualquier orientación que pretenda estigmatizar a los usuarios del centro, cuya necesidad de protección es legal y moralmente imperativa, pero que parece limitarse únicamente por parte de la Administración a contenerlos hasta su mayoría de edad en estos centros, desbordados por el incumplimiento del ratio entre educadores y menores, sin programas que intervengan individualizadamente sobre los factores de riesgo y sin seguimiento de dichos menores cuando éstos abandonan el centro.
Desde el CSIF/SPF exigen al Gobierno de Navarra que corrija las deficiencias señaladas y atienda debidamente sus obligaciones, tanto con estos menores en desprotección, como con el resto de servicios a su cargo, incluida la Policía Foral.