El verano es sinónimo de sol, playa y actividades al aire libre. Sin embargo, entre tanto entretenimiento a veces se olvida que, así como se protege a la piel con protector solar, también es importante proteger los ojos de los dañinos rayos ultravioleta (UV) del sol. Con la llegada del verano, el Instituto Oftalmológico Tres Torres, (IOTT) un referente en el cuidado de la salud ocular en Barcelona, recuerda lo fundamental que es tomar precauciones adecuadas para salvaguardar la visión durante la temporada estival.
Por qué proteger a los ojos del sol del verano
La visión es uno de los sentidos que más usan las personas a lo largo de toda su vida, en toda etapa, momento y lugar. Si bien es importante cuidarla y protegerla en cualquier época del año, esto se vuelve más relevante en verano, donde la intensidad elevada de los rayos UV del sol puede dejar secuelas perjudiciales. Y es que la exposición prolongada a la luz solar y sin protección suele generar diversos problemas visuales, tanto a corto como a mediano y largo plazo.
Uno de los principales riesgos del exceso de luz solar en los ojos es el desarrollo de cataratas, una opacidad del cristalino que puede llevar a una visión borrosa e incluso a la ceguera cuando no se aborda en tiempo y forma. La exposición excesiva al sol también puede aumentar el riesgo de degeneración macular, condición que afecta la parte central de la retina, impactando negativamente en la visión central.
Queratitis, la dolencia más inmediata
La afección más inmediata que ocasionan los rayos UV en los ojos es la queratitis, una inflamación dolorosa de la córnea que genera enrojecimiento, dolor, sensibilidad a la luz y una sensación de arenilla en los ojos. El cuadro es comparable a una quemadura solar, pero en la superficie del ojo y puede ser provocado no solo por la exposición directa a los rayos UV, sino también por la exposición a reflejos del sol en superficies como el agua y la arena, comunes en la playa. La queratitis suele causar visión borrosa y, aunque los síntomas mencionados suelen ser temporales, puede ser extremadamente incómoda y puede aumentar el riesgo de sufrir otros problemas oculares a largo plazo, si no se trata adecuadamente.
El IOTT sostiene que proteger los ojos del sol no solo es necesario, sino que es una inversión en la salud ocular a largo plazo. Es importante el uso de gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UV, el uso de sombreros de ala ancha y la intervención inmediata en caso de cualquier complicación en la visión.