El opositor venezolano Antonio Ledezma llegó hoy a Madrid en un vuelo proveniente de Bogotá tras huir el viernes de Caracas, donde llevaba más de dos años en arresto domiciliario acusado de un complot contra el presidente Nicolás Maduro.
El político de 62 años, detenido en 2015 cuando era alcalde de Caracas, apareció con una bandera venezolana al hombro pasadas las 7:00 horas (6:00 GMT) en el aeropuerto madrileño de Barajas.
Allí lo esperaban su mujer y sus hijas, con las que se abrazó largamente, así como varios amigos y el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, que al parecer ayudó a sacar al opositor de Venezuela y contribuyó a que Colombia le abriera las puertas.
«Hoy cuando llego a España me siento libre», dijo Ledezma a los numerosos periodistas reunidos en el aeropuerto. En sus primeras palabras agradeció a España por la acogida y al Gobierno de Mariano Rajoy por haber sido «el primero» que denunció la situación de Venezuela.
«Venezuela no es que está al borde del abismo: está metida en el abismo. Está viviendo en el colapso. Eso es lo que intento conversar con el presidente Rajoy», añadió. Ledezma aseguró que podría reunirse con el mandatario conservador ya este sábado a mediodía.
El opositor explicó que su objetivo ahora es denunciar en el extranjero la grave situación que vive su país. «Voy a dedicarme a recorrer el mundo. Voy a contribuir en el exilio a ser una extensión de la esperanza de los venezolanos de salir de este régimen, de esta dictadura», dijo sobre el Gobierno de Maduro.
«Estamos hablando de una narcodictadura que usa la violencia, que controla las instituciones, que ha cometido fraudes electorales, que mantiene a dirigentes políticos presos solo porque disentimos con ellos», acusó. «No permitamos que se nos muera Venezuela en las manos. No hay mucho tiempo que esperar».
Ledezma logró trasladarse a Colombia el viernes tras cruzar un punto fronterizo entre el estado venezolano de Táchira y el departamento colombiano de Norte de Santander, para lo que tuvo que pasar por decenas de puntos de control «como en una película de James Bond», comparó hoy ya en Madrid.
Maduro reaccionó con ironía a la noticia: «Se va el vampiro protegido, dicen que a España, a darse la gran vida», dijo en un acto el viernes. «Felicito a Antonio Ledezma. Que no nos lo devuelvan, que se quede allá. Quedó pendiente lo que tú sabes. Cuidado la gente de Madrid, cuidado en la noche. El vampiro se fue a Madrid».
No es casual que el primer destino europeo de Ledezma fuese Madrid, donde viven su mujer, Mitzy Capriles, y sus dos hijas. Además, el Gobierno de Rajoy es un férreo crítico de Maduro y viene reclamando con insistencia la liberación de los «presos políticos» en Venezuela.
Este mismo viernes, Madrid concedió nacionalidad española a los padres del opositor Henrique Capriles -a quienes el Gobierno de Maduro retiró el pasaporte- en señal de apoyo «a la libertad y en defensa de los Derechos Humanos en todas partes».
En la capital española se encuentran además Javier Cremades y el ex ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, que forman parte del equipo de defensa del opositor Leopoldo López, también detenido en Venezuela.
Ledezma ganó la alcaldía de Caracas en 2008 y una reelección en 2013, pero en febrero de 2015 fue detenido y recluido en la prisión militar de Ramo Verde acusado de promover un complot contra el Gobierno, cargo que siempre negó. Luego pasó a régimen de prisión domiciliaria.
Con su salida a Colombia y su traslado a España, el dirigente de Alianza Bravo Pueblo se sumó así a otros opositores que abandonaron Venezuela para eludir la Justicia, que consideran manipulada por el Gobierno.
Entre ellos figuran los alcaldes Ramón Muchacho y David Smolansky, acusados de no contener las protestas contra el Gobierno que entre abril y julio dejaron más de 100 muertos, así como la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, antes partidaria del Gobierno y destituida en agosto por la Asamblea Constituyente.






