El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido destituir a su asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, tras el escándalo conocido como “Signalgate”, en el que se filtraron conversaciones sensibles sobre operaciones militares debido a la inclusión accidental de un periodista en un chat de Signal con altos cargos del gobierno.
El incidente se produjo en marzo de 2025, cuando Waltz, excongresista y veterano condecorado, creó un grupo en la aplicación de mensajería Signal para coordinar acciones sobre la inminente operación militar contra los hutíes en Yemen. Por error, añadió a Jeffrey Goldberg, editor jefe de The Atlantic, quien posteriormente publicó extractos de las conversaciones, revelando que se discutieron detalles sobre tipos de aeronaves, misiles, horarios de ataque y hasta el nombre de un agente encubierto de la CIA.
En el chat participaban, además de Waltz, el vicepresidente JD Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth y el director de la CIA John Ratcliffe, entre otros altos funcionarios. La filtración generó una ola de críticas por el uso de una plataforma comercial para tratar información delicada y por la aparente falta de controles internos.
Reacciones y tensión interna
En un primer momento, Trump defendió públicamente a Waltz, calificándolo como “un buen hombre que aprendió la lección” y minimizando el incidente como un simple “fallo técnico” sin impacto operativo. Sin embargo, la presión interna y externa aumentó, con voces dentro de la administración y del Congreso -tanto demócratas como republicanas- exigiendo responsabilidades y una investigación exhaustiva sobre la posible exposición de información clasificada.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insistió ante medios estadounidenses que el presidente mantenía su “plena confianza” en Waltz, pero fuentes oficiales confirmaron a Fox News, The Washington Post y Politico que Trump y su equipo ya buscaban un reemplazo.
La caída de Waltz y consecuencias en la Casa Blanca
Finalmente, este jueves, la Casa Blanca confirmó la destitución de Waltz y de su principal asesor, Alex Wong. Se espera que Trump anuncie públicamente la decisión y que se produzcan más ceses en el Consejo de Seguridad Nacional en los próximos días. Según The Telegraph y CBS News, la salida de Waltz es la primera gran baja en el gabinete de Trump en su segundo mandato y marca un giro hacia una mayor exigencia de lealtad e ideología alineada con el presidente.
La polémica también ha salpicado a otros altos cargos, como el secretario de Defensa Pete Hegseth, quien habría compartido información aún más sensible en otros chats privados, y ha provocado el despido de varios asesores del Pentágono.
Investigación y críticas por destrucción de pruebas
La gestión de la crisis se ha complicado aún más tras revelaciones de que mensajes clave del chat de Signal fueron eliminados de los dispositivos oficiales, lo que podría constituir una violación de la Ley de Registros Federales. La organización American Oversight ha denunciado ante los tribunales la destrucción de pruebas y la falta de transparencia del gobierno en este caso.
Conclusión
La destitución de Mike Waltz como asesor de seguridad nacional evidencia la gravedad del “Signalgate” y el impacto que ha tenido en la credibilidad y operatividad del equipo de seguridad de Trump. El caso ha reavivado el debate sobre las prácticas de seguridad digital en la administración y la necesidad de mayor disciplina y rendición de cuentas en la gestión de información sensible.
