El Gobierno de Navarra ha autorizado en su sesión de hoy la celebración de los contratos de comedor de los centros escolares públicos comarcales de la Comunidad foral y su posible prórroga por cuatro cursos escolares completos, por un total de 18,7 millones de euros, IVA incluido.
El Ejecutivo foral aprobó en su sesión del pasado 29 de mayo el nuevo Decreto Foral que regula los comedores escolares de los centros docentes públicos no universitarios de la Comunidad Foral de Navarra. Una norma que viene a ampliar derechos del alumnado y sus familias 31 años después de la aprobación de la anterior regulación.
En concreto, los contratos para los comedores escolares en el próximo curso 2024-2025 ascienden a 3.750.000 euros, IVA incluido. Los contratos autorizados tienen prevista la posibilidad de aprobar prórrogas por 4 cursos escolares completos hasta alcanzar un plazo máximo de duración de los mismos de 5 cursos, pertenecientes a 6 años naturales.
Está previsto que los comedores comarcales gestionados por el Departamento de Educación ofrezcan el próximo curso 1,3 millones de menús saludables a unos 7.700 usuarios y usuarias. La nueva normativa introduce un cambio trascendental al subvencionar el comedor escolar los 175 días de curso lectivo, incluyendo por primera vez en la historia de la educación navarra, el derecho al comedor también en los meses de septiembre y junio.
La adjudicación de los nuevo contratos consolidará así un nuevo marco normativo dirigido a convertir el tiempo de comedor escolar en un espacio de fomento de la educación para la salud, la higiene y la nutrición, la promoción de hábitos alimenticios saludables y sostenibles y el fomento de comportamientos adecuados en la mesa, así como las actitudes correctas antes y después de comer y la higiene bucodental, la colaboración, solidaridad, inclusión, coeducación y convivencia entre el alumnado y el fomento de hábitos sociales y culturales. Respetando la autonomía de los centros, se sigue avanzando hacia un modelo de comedores escolares con servicio de cocina ‘in situ’ que utilice producto fresco de temporada, de cercanía y ecológico, cuando sea posible, y con la obligación a las empresas adjudicatarias de suministrar menús específicos al alumnado que los necesite.