Este jueves, un grupo de vecinos y vecinas del Casco Viejo se ha congregado ante el Parlamento de Navarra para protestar por la falta de soluciones a las barreras arquitectónicas que dificultan el acceso al Centro de Salud de la zona. Llevan más de cuatro años solicitando la eliminación de estos obstáculos sin obtener una respuesta efectiva de las autoridades.
La concentración ha sido convocada por AZ Osasun Taldea, el grupo de Salud de AZ Sare komunitarioa, con el objetivo de visibilizar la situación de vulnerabilidad que sufren los residentes del Casco Viejo cada vez que intentan acceder al Centro de Salud. Actualmente, la única entrada del centro se encuentra en la plaza de Compañía y presenta diversas barreras que dificultan el acceso a personas mayores o con problemas de movilidad, como la empinada cuesta de la calle Curia y las escaleras desde la calle Calderería.
El año pasado, en noviembre, se celebró una mesa de trabajo en el Parlamento con la participación de los responsables de Salud de todos los grupos parlamentarios y representantes del Grupo de Salud de AZ Ekimena. Tras la reunión, los vecinos salieron convencidos de que la solución era inminente, ya que todos los grupos parlamentarios coincidieron en la necesidad y la facilidad de implementar la propuesta. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha realizado ninguna mejora.
El lunes pasado, los vecinos fueron convocados por el consejero Domínguez para hablar del tema, y se les ha citado nuevamente para una reunión este jueves con la dirección del centro de salud y Osasunbidea. No obstante, han decidido volver a apelar a cada grupo parlamentario para que, como se comprometieron en la mesa de trabajo de noviembre de 2023, se pongan manos a la obra y se dé una solución a la desaparición de las barreras.
La propuesta planteada por el Grupo de Salud de AZ Ekimena es sencilla: instalar una barandilla y un portero automático que permitirían habilitar un acceso al Centro de Salud del Casco Viejo desde la calle Calderería. En 2021, se presentaron 476 instancias de vecinas y vecinos exigiendo la eliminación de dichas barreras, pero la demanda ha sido ignorada tanto por el Ayuntamiento de Pamplona como por el Gobierno de Navarra.
El Defensor del Pueblo de Navarra intervino en junio, sugiriendo a ambas administraciones que, de manera conjunta, buscaran una solución para mejorar la accesibilidad habilitando una entrada por la calle Calderería. Sin embargo, ambas entidades han continuado desentendiéndose del problema. El Ayuntamiento ha declinado cualquier responsabilidad sobre la deficiente accesibilidad, remitiendo la responsabilidad al Gobierno de Navarra, mientras que este último afirma que la accesibilidad está garantizada, sin proporcionar los estudios técnicos que respaldarían esta afirmación.
Desde que se presentaron las instancias en 2021, la demanda vecinal ha sido ignorada por ambas administraciones. El Gobierno de Navarra acordó ceder al Ayuntamiento de Pamplona el zaguán contiguo al Centro de Salud en la calle Calderería para mejorar los accesos, pero esta cesión nunca se hizo efectiva, ya que el Ayuntamiento consideró que no era necesaria y volvió a remitir la responsabilidad al Gobierno de Navarra.
