La Plaza del Ayuntamiento de Pamplona ha sido este viernes el escenario de una concentración convocada por varios colectivos sociales que han querido mostrar su rechazo al modelo turístico que, denuncian, está transformando el Casco Antiguo y expulsando a sus vecinos y vecinas. Bajo el lema “¡No al negocio turístico!”, el acto ha servido también para expresar su solidaridad con el vecindario del número 18 de la calle Mercaderes, epicentro de un conflicto que volverá este sábado a las calles en forma de manifestación.
Los colectivos denuncian la intención de Vidaurre Group de convertir el edificio de Mercaderes 18, hasta hace poco destinado a alquiler residencial, en un bloque íntegramente turístico con once apartamentos. Una operación que, recuerdan, se suma a un contexto ya muy tensionado: en el Casco Viejo de Iruñea hay oficialmente 225 viviendas turísticas registradas, lo que supone que una de cada treinta casas tiene este uso.
El caso de Mercaderes 18, subrayan, no es una excepción sino el reflejo de un modelo de barrio orientado al beneficio económico del turismo. De hecho, en ese mismo inmueble se abrieron en 2012 los primeros pisos turísticos del Casco Antiguo, entonces gestionados por el Hotel Avenida. Hoy, otras empresas que gestionan bloques completos de apartamentos turísticos en el barrio, un negocio que, según denuncian, se sostiene a costa de un derecho básico como es la vivienda.
Durante la pandemia, los pisos de Mercaderes 18 regresaron al alquiler habitual, pero en el verano de 2024 la propiedad solicitó de nuevo licencias turísticas para las once viviendas. Aunque el Ayuntamiento de Pamplona decretó a finales de año la suspensión de nuevas licencias en el Casco Viejo, aquellas que ya estaban en tramitación fueron finalmente aprobadas, entre ellas las de Mercaderes 18 y las del número 13 de la calle Eslava, donde ya funciona desde agosto un bloque turístico gestionado por Limehome. “¿Desde qué perspectiva es beneficioso abrir otro bloque turístico como el de Eslava en Mercaderes? Solo desde la del negocio”, han señalado.
La protesta va más allá de los pisos turísticos. Los colectivos advierten de que las empresas del sector saben adaptarse a las nuevas normativas y desplazar sus inversiones hacia otras fórmulas. En el Casco Viejo existen ya cientos de plazas turísticas en hoteles y albergues, y hay nuevos proyectos en marcha, como el macro-hostel Unzu en la calle Mercaderes —que sería el mayor del barrio— o la transformación de un edificio en hostal en la calle San Agustín, junto al antiguo Euskal Jai.
Frente a esta realidad, los convocantes contraponen la situación social de la ciudad: viviendas y edificios destinados al turismo o vacíos, mientras más de doscientas personas viven en la calle y miles se encuentran en condiciones precarias o bajo la amenaza del desahucio. A su juicio, el modelo turístico actual provoca expulsión vecinal, empobrecimiento, precariedad laboral, degradación del entorno urbano y la ruptura de las redes comunitarias.
Por todo ello, mañana sábado, 13 de diciembre, a las 18:00 horas, han convocado una manifestación que partirá desde la Plaza de Recoletas para recorrer el Casco Antiguo en solidaridad con Mercaderes 18 y contra la expansión del negocio turístico.
La movilización cuenta con el respaldo de colectivos como el Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria, Nahiko AZ, Alde Zaharreko Gazte Mugimendua, GKS, el Sindicato de Vivienda de Haritu, la PAH de Berriozar, Martes al Sol, Dar Etxea, PIM-MIG, Salhaketa Nafarroa, CNT Iruña y CGT-LKN Nafarroa.







