Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, declara este lunes ante el Tribunal Supremo como imputado por delitos de organización criminal y cohecho en el marco del llamado “caso Koldo”. Su comparecencia, una de las más esperadas tras el informe de la Guardia Civil que le sitúa como presunto cabecilla de una trama de mordidas en adjudicaciones de obra pública, ha estado marcada por la negativa de Cerdán a reconocer cualquier implicación en los hechos investigados y por su denuncia de una “persecución política”.
Negación de las acusaciones y estrategia de defensa
Durante la declaración, Cerdán ha negado rotundamente haber participado en el reparto de comisiones ilegales o en adjudicaciones irregulares. Según fuentes presentes en la sala citadas por La Sexta y RTVE, ha insistido en que no se reconoce en los audios incautados por la UCO a Koldo García, exasesor de Ábalos, y ha puesto en duda la validez de esas grabaciones como prueba. Además, respecto al contrato que le vincula con la empresa Servinabar —clave en la presunta trama y de la que, según la investigación, poseería el 45%—, Cerdán ha argumentado que dicho documento no tiene validez legal al no haber sido elevado a escritura pública.
Denuncia de persecución política
En un giro estratégico, el exdirigente socialista ha atribuido la causa judicial a una “persecución política”, asegurando que su imputación responde a su papel en las negociaciones para la investidura con partidos como PNV y EH Bildu. Ha llegado a afirmar que la siguiente persona en ser perseguida será el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, por haber negociado con Junts. Según La Sexta, Cerdán ha calificado la investigación como “una trama de la oposición” contra el PSOE.
Petición de prisión provisional
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado al juez Leopoldo Puente el ingreso en prisión provisional y sin fianza de Cerdán, alegando riesgo de destrucción de pruebas y fuga. Tanto la Fiscalía como las acusaciones populares han apoyado esta medida, a diferencia de lo que ocurrió con otros implicados como Ábalos y Koldo García, para quienes solo se pidieron medidas cautelares menos severas.
La comparecencia de Cerdán se ha realizado a puerta cerrada, después de que el juez rechazara la petición de la defensa de retransmitirla en directo, alegando el carácter reservado de la fase de instrucción según la ley. A su llegada al Supremo, poco antes de las 10:00, el exnúmero tres del PSOE fue recibido entre gritos de “chorizo” y “sinvergüenza” por parte de algunos ciudadanos congregados en las inmediaciones.
El juez instructor ha ordenado investigar el patrimonio de Cerdán, así como sus comunicaciones y correo corporativo, ante los indicios de que pudo gestionar importantes sumas en comisiones ilegales y facilitar recursos a otros implicados. Cerdán, por su parte, ha ofrecido aportar información patrimonial en un gesto de “transparencia”.
La decisión sobre su ingreso en prisión queda ahora en manos del magistrado Leopoldo Puente, mientras la defensa prepara nuevas pruebas periciales sobre los audios que sustentan la acusación.