Osasuna rompió su larga sequía de triunfos en LaLiga al imponerse 2-1 al Girona en un emocionante duelo disputado en El Sadar. Los rojillos, que no ganaban desde noviembre, dieron un paso importante hacia la permanencia, mientras que los catalanes continúan hundiéndose en una temporada para el olvido tras haber vivido su mejor campaña histórica el año anterior.
El partido comenzó con ambos equipos mostrando urgencia por sumar puntos. Osasuna fue más directo en sus aproximaciones, y aunque el Girona intentó imponer su estilo de posesión, careció de profundidad. Ante Budimir abrió el marcador en el minuto 38 con un cabezazo impecable tras un centro de Aimar Oroz, desatando la alegría en las gradas del Sadar.
En el segundo tiempo, Pablo Ibáñez amplió la ventaja en el minuto 79 con un potente zurdazo que aprovechó un desajuste defensivo del Girona tras un saque de banda. Este segundo gol fue un golpe letal para los visitantes, que no lograron reaccionar a tiempo.
Cuando todo parecía sentenciado, Yáser Asprilla marcó un auténtico golazo desde fuera del área en el interminable tiempo añadido, dejando el definitivo 2-1. Sin embargo, su esfuerzo no fue suficiente para evitar la derrota del Girona, que sigue acumulando tropiezos y se acerca peligrosamente a la zona de descenso.
La victoria deja a Osasuna en la 12ª posición con 38 puntos, alejándose del descenso y recuperando confianza tras meses de incertidumbre. Por su parte, el Girona se hunde en la 16ª casilla y suma su vigésima segunda derrota de la temporada, una caída alarmante para un equipo que hace apenas un año brillaba en Europa.
Para Vicente Moreno y su equipo, este triunfo significa mucho más que tres puntos: es una bocanada de aire fresco en su lucha por mantenerse en Primera División.
