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Elvia la rastreadora, la niña de Egüés invitada a participar en la COP16

Elvia es una niña de 12 años de Egüés a la que hace tan sólo unos días contactaron desde Colombia con una propuesta muy especial

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Elvia Gómez Troya es una niña de 12 años a la que hace tan sólo unos días contactaron desde Colombia con una propuesta muy especial, ser invitada a participar en una de las actividades que se iban a realizar en los últimos días de la COP16.

El 27 de octubre el Club Dagrosabia Interactiva de Colombia, dedicado al empoderamiento de “guardianes ambientales” y a potenciar a los niños como líderes ambientales, se puso en contacto con Elvia a través de su cuenta de IG con el fin de solicitarle su participación online en uno de los actos finales de la COP16, a lo que ella contestó afirmativamente casi sin pensarlo.

La Conferencia de las Partes (COP) es el órgano rector del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un tratado internacional adoptado en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, y que se celebra cada 2 años. La COP16, se ha celebrado en Cali (Colombia) del 21 de octubre al 1 de noviembre, con el lema “Paz con la naturaleza”.

Con dos claras zonas de participación, la zona verde se ha destinó a la participación de la sociedad civil, con exposiciones, talleres, conferencias, etc. Dentro de estas actividades se ha pretendido dar voz también a los más jóvenes, de quienes dependerá en buena parte el futuro del planeta. En esta línea Yauriany Maury, directora general del Club Dagrosabia Interactiva se puso en contacto con Elvia para proponerle participar de manera online en uno de los eventos junto Valeria, una niña colombiana, conocida por su labor como “guardiana” de la selva en la que vive.

De esta manera Elvia y Valeria aparecieron juntas virtualmente en un video traspasando fronteras para lanzar al mundo su mensaje de conservación dentro de la COP16.

Elvia, aún no se había recuperado de las emociones vividas en Valencia, donde hacía tan solo una semana había asistido al Congreso Edu-con 2024, en el que se había convertido en la finalista más joven de la historia de los premios EDE (Educadores Digitales de España), concretamente en la categoría de Concienciación Social y Medioambiental, junto a profesionales de la categoría de Ángel Martín o Rocío Vidal (periodista y divulgadora con La Gata de Schrödinger).

Esta niña inquieta y apasionada ha llegado tanto a los premios EDE como a la COP16 precisamente a través de su trabajo en las redes sociales, concretamente con su cuenta de Instagram @elvialarastreadora que gestionan sus padres. Allí comparte principalmente a través de videos sus conocimientos sobre los animales, transmitiendo al mismo tiempo su innegable y contagiosa pasión por la naturaleza, adquirida de sus padres a través del rastreo, al ser su padre rastreador profesional con experiencia de campo en 40 países.

Pero Elvia, no sólo se ha conformado con convertirse en una pequeña influencer de la naturaleza en las redes, sino que hace unos meses, siguiendo los pasos de sus padres, Fernando Gómez y Paloma Troya, publicó su primer libro “cosas que me flipan de los animales” con el que sigue tratando de contagiar a todo tipo de público su amor por la naturaleza, algo que le ha hecho ser conocida precisamente por esa labor de concienciación y de conservación de la naturaleza, tanto en nuestro país como fuera de nuestras fronteras. 

Elvia se sitúa como una referente cercana y real, para todos los niños y niñas del planeta y en especial de nuestro país, en un momento de la historia en el que precisamente las tecnologías, los móviles y las redes nos han hecho desconectarnos de la naturaleza. En un momento en el que la preocupación por el estado del planeta, la contaminación por plásticos, el cambio climático y la deforestación, deben hacernos reaccionar y ponernos manos a la obra. 

Como dice ella, “si quieres a alguien, nadie tiene que decirte que lo cuides porque te sale desde dentro”, eso mismo es lo que pretende hacer con su trabajo, conseguir que más personas se enamoren de la naturaleza y se unan a ella en su movimiento Wildlife Lovers. 

Sin duda una joven prometedora a la que deberíamos seguir el rastro, ya que ha conseguido dejar su huella incluso en la COP16.

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