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El BCE baja tipos de interés: los últimos son los primeros

Por Sergi Basco, Universitat de Barcelona

Publicado: 08/06/2024 ·
17:08
· Actualizado: 08/06/2024 · 17:08

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El BCE empezó el cicló de subida de tipos de interés pospandemia en julio de 2022, más tarde que el Banco de Inglaterra, que lo hizo en diciembre de 2021, o la Reserva Federal, en marzo de 2022. Ahora, con la decisión anunciada por Christine Lagarde este jueves 6 de junio de bajar los tipos de interés un 0,25 %, el BCE se convierte en el primero de los tres en revertir el ciclo.

¿Por qué el BCE ha aumentado los tipos de interés desde 2022?

El mandato del BCE es mantener la inflación en torno al 2 %. Este mandato lo cumplieron de forma exitosa hasta finales 2020: desde el año 2000, la inflación fue superior al 2,5 % solo 1 de cada 10 meses.

El problema es que a partir de agosto de 2021 los precios empezaron a crecer de forma considerable. Un motivo es que se estaba saliendo de la pandemia y había más demanda que oferta de bienes. Además, algunas empresas tenían problemas de abastecimiento de materiales debido, entre otras causas, a las restricciones en China. Después, en febrero 2022, se produjo la invasión Rusa a Ucrania. Esto provocó un aumento sustancial del precio del petróleo y gas. La inflación en junio de 2022 ya era del 6,9 % y esto dio argumentos al BCE para subir tipos en julio de 2022.

Éxito del BCE (?)

Si uno mira los datos parecería que el BCE ha ganado la batalla a la inflación. Desde junio de 2022 hasta mayo de 2024 (últimos datos inflación), los tipos de interés han aumentado un 4,5 % y la inflación ha bajado del 6,9 % al 2,6 % (muy próximo al mandato del banco). Pero la pregunta es si la inflación hubiera bajado igualmente.

La subida de tipo de interés afecta a la inflación porque reduce la demanda de bienes. Si el lector tiene hipoteca a tipo variable habrá comprobado que, en estos últimos años, lo que tenía que pagar al banco aumentaba cada pocos meses. Por lo tanto, le quedaba menos de su salario para gastarlo en otros bienes. Esta disminución del consumo contribuye a bajar la inflación.

Este mecanismo es importante dado el elevado porcentaje de hipotecas con tipo variable. Por ejemplo, en España, más del 60 % de las hipotecas que se constituyeron en 2019 eran con tipo variable. Este porcentaje ha ido disminuyendo a lo largo del tiempo. En 2010 era del 96 %, y en 2023 del 42 %.

Dado que las hipotecas se contratan, en general, a más de 10 años, una proporción importante de consumidores estuvieron afectados por la sustancial subida de tipos de interés. No obstante, aunque existe debate sobre las causas del aumento de inflación en este periodo, el consenso es que estuvo causado no por una gran demanda de bienes sino por una disminución de la oferta de bienes. Es decir, los precios subieron porque las empresas producían menos y a un coste mayor debido, entre otras cosas, a la subida del precio de la electricidad y el gas. Una vez normalizado el precio de ambos, la inflación ha vuelto a niveles más bajos. Nunca sabremos lo que habría pasado si los tipos de interés no hubieran subido tanto.

Es cuestión de credibilidad

Una hipótesis es que la subida de tipo de interés no sólo afecta a la demanda de bienes sino también a las expectativas de los agentes.

Un problema cuando los precios parece que van creciendo de forma descontrolada es que los trabajadores piden aumentos de salarios para compensar el aumento en el coste de la vida. Los empresarios pueden verse forzados a aceptar estos aumentos, pero financiarán parte de esta subida con aumentos de los precios. Esto puede generar un circulo vicioso cuando los trabajadores vuelvan a quejarse.

Tener un banco central creíble puede frenar estas tendencias si los agentes creen que la inflación elevada es un fenómeno transitorio y que el banco central conseguirá cumplir su mandato.

Predicciones de futuro

Como dijo el jugador de béisbol Yogi Berra: “Es difícil hacer predicciones, especialmente sobre el futuro”. Siguiendo en esta línea, aunque el BCE hace previsiones de inflación para los próximos años, en su anuncio de bajada de tipos enfatiza que actuará en función de la nueva información que tenga y da a entender que los va a mantener elevados en el futuro inmediato.

Aunque el BCE ha sido el primero en mover ficha, es de esperar que haya movimientos en los otros bancos centrales. Un problema añadido por el BCE es que, si la Reserva Federal mantiene los tipos de interés, el euro se puede depreciar con respecto el dólar y esto puede aumentar la inflación en Europa porque las importaciones (que son en dólares) se encarecen. De ser así, hará más difícil que el BCE decida volver a bajar los tipos de interés.The Conversation

Sergi Basco, Profesor Agregado de Economia, Universitat de Barcelona

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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