Bajo la dirección de Manuel Hernández-Silva, la OSN estará acompañada por la Coral de Cámara de Pamplona y cuatro solistas en sus dos actuaciones.
La Orquesta Sinfónica de Navarra (OSN) se pone de nuevo en ruta por el territorio foral y viajará mañana jueves hasta Viana y el viernes, a Sangüesa; dos localidades en las que actuará en el marco de las propuestas Sinfónica en Navarra, con las que la Orquesta pretende hacer llegar su música al mayor número de personas en toda la Comunidad Foral. Bajo la batuta de su director titular Manuel Hernández-Silva, la OSN interpretará el Réquiemen Re menor KV 626 de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) en ambas citas musicales, y lo hará en compañía de la Coral de Cámara de Pamplona y de cuatro solistas: Sofía Esparza, soprano; Esmeralda Espinosa, contralto; Juan Antonio Sanabria, tenor; y Alfredo García, barítono. El concierto en Viana se celebrará en la Iglesia de Santa María (20.00 h.) y el de Sangüesa, en el Auditorio del Carmen (20.00 h.).
LA OBRA
El Réquiem de Mozart es seguramente la partitura que mayor número de inspiraciones artísticas ha generado en toda la historia de la música occidental. La monumentalidad de la obra, su profundidad expresiva, las circunstancias en que fue compuesta y el misterio que rodeó, casi desde el mismo momento en que se produjo, el fallecimiento de W.A. Mozart en 1791 quedando la partitura inacabada, contribuyeron con fuerza a configurar la leyenda del Réquiem. La Muerte, protagonista en el Réquiem desde todos los ángulos, y el fantasma de la prematura desaparición del mayor genio de la música, alimentaron la imaginación de muchos escritores durante los dos siglos que siguieron a tan fatídico suceso. Novelas y obras de teatro que fantaseaban sobre el encargo «sobrenatural» de un desconocido, enviado «por el más allá», para encargar a un hombre enfermo, cansado y arruinado, que se sentía cercano a la muerte, se sumaron a ensayos literarios empeñados en separar la ficción de la realidad.