Arranca el sábado en Roncesvalles con una primera etapa que concluye en Estella, donde realizará su particular homenaje a las personas donantes frente al Monumento al Donante. Con 31 años, recorrió España en bici “como agradecimiento” por su trasplante de riñón y casi tres décadas después, emprende el Camino del Santiago tras recibir dos órganos
Tafalla, 22 de agosto de 2018
Vicente Pellicer Aznar, tafallés de 58 años, celebra su cumpleaños tres veces: el día en que nació, el día de su primer trasplante de riñón con 26 años y el día que, tres décadas después, recibió un doble trasplante de hígado y riñón. Y a escasos días de celebrar el primero de ellos, emprende el Camino de Santiago en tándem con el objetivo de “concienciar a la sociedad sobre la importancia de la donación de órganos” y mostrar el agradecimiento a las personas que le han permitido “volver a nacer”.
Comienza su ruta este sábado en Roncesvalles y llegará el 2 de septiembre a Santiago, tras pedalear unos 90 kilómetros diarios hasta completar casi 800 en compañía de su amigo Alberto Recalde, sus “ojos” en esta aventura. “Desde hace tiempo tengo problemas de baja visión que no me permiten salir solo a la carretera, pero soy ambicioso y tenía claro que no iban a frenarme. Me he entrenado duro con la bici en el velódromo de Tafalla y con el tándem en compañía de Alberto y de Miguel Segura, todo para poder hacer el Camino”
Su recorrido arranca con una etapa especial, la que termina en Estella, donde depositará un ramo de flores en el Monumento al Donante del Paseo de los Llanos “Es mi forma de agradecer a esa persona que quiso que otra siguiera viviendo con sus órganos cuando ya no estuviera. En mi caso me han salvado la vida y me han dado libertad”, explica Pellicer
Y tras cada etapa, quiere compartir su agradecimiento en cada localidad mostrando de primera mano que la donación salva vidas y animando a hacerse donante. “Una persona que fallece y dona sus órganos puede salvar la vida de muchas otras. A cualquiera de nosotros o de nuestra familia nos puede tocar la situación de necesitar un órgano y si queremos que haya para todas las personas también tenemos que aportar nuestra granito de arena y colaborar. Porque sin donación no hay trasplante”
No es la primera vez que Pellicer se sube a la bici para rendir su particular homenaje a quienes le regalaron la vida y sensibilizar a la sociedad sobre la donación de órganos. De hecho, tras recibir el primer riñón, a los 31 años, recorrió 3000 kilómetros en bici por España instando en cada localidad a hacerse donante de órganos en una mesa informativa. Una experiencia de la que guarda muy buen recuerdo por “lo receptiva que era la gente”
Porque para Pellicer, la bici se ha convertido en “una terapia” para hacer frente a “los golpes duros de la vida”. “Con solo 26 años me diagnosticaron una enfermedad renal, tuve que dejar el trabajo y acudir a hemodiálisis tres veces a la semana durante 4 horas, lo que me permitía seguir viviendo pero me dejaba hecho polvo. Y después de ser trasplantando, años después vuelvo otra vez a hemodiálisis y a lista de espera, pero de dos órganos. Son golpes duros pero no te puedes hundir sino que tienes que buscar tu propia terapia. La bici me ha acompañado todo este tiempo y ha sido una terapia que me ha ayudado a desconectar y a seguir adelante”