PAMPLONA, 25 (EUROPA PRESS)
El departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha puesto en marcha una campaña que alerta sobre los riesgos del uso de fármacos utilizados en el tratamiento del dolor, conocidos como antiinflamatorios no esteroideos (AINE), dirigida a pacientes mayores de 65 años o con tensión alta o que padezcan diabetes. A este grupo de medicamentos pertenecen, entre otros, el ibuprofeno, el naproxeno, el dexketoprofeno, el diclofenaco, el celecoxib y el etoricoxib.
Estos pacientes tienen mayor riesgo de sufrir efectos adversos secundarios, por lo que es necesario e importante que no se automediquen sin conocimiento de un profesional sanitario.
Durante 2022 se prescribieron en Navarra a más de 5.000 pacientes mayores de 65 años y con antecedentes de enfermedad cardiovascular o de enfermedad renal.
Con esta campaña se busca mejorar la seguridad en el uso los antiinflamatorios no esteroideos. En concreto, se dirige al uso de estos medicamentos por vía oral, aunque hay que tener en cuenta que se pueden administrar vía tópica en forma de pomadas, en cuyo caso los riesgos de administración son menores, según ha informado el Gobierno foral.
La iniciativa ha sido promovida por un grupo de trabajo formado por profesionales de la Subdirección de Farmacia y Prestaciones del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea y la Dirección del Centro de Salud de Cascante.
Los AINE son un grupo de medicamentos con actividad analgésica, antiinflamatoria y antipirética. Se emplean en muchas situaciones clínicas, tanto agudas como crónicas, por lo que constituyen uno de los grupos terapéuticos más utilizados a nivel mundial y en España.
Para la campaña, se han diseñado unos folletos informativos que estarán disponibles en breve en los centros de salud y en las oficinas de farmacia, que resumen lo que hay que tener en cuenta en el uso de AINE, enfocándose en el o la paciente mayor de 65 años o con tensión arterial alta o que padece diabetes. El uso de estos fármacos, sobre todo en ese perfil de pacientes, puede tener efectos nocivos o agravar alguna de sus enfermedades. La información contenida en el folleto incluye la descripción de cuáles son y qué efectos adversos tienen mayor repercusión. Se recomienda el uso de la menor dosis posible y durante el menor tiempo posible, así como otras medidas no farmacológicas que pudieran aliviar los síntomas de dolor o inflamación.
La Agencia Europea de Medicamentos ha ido lanzando una serie de alertas sobre el uso de antinflamatorios en pacientes con enfermedades cardiovasculares porque aumentan el riesgo de problemas como infartos e ictus. El diclofenaco, el celecoxib y el etoricoxib están contraindicados en estos casos. También se advierte sobre el riesgo con dosis altas de ibuprofeno (600 mg por toma). Cualquier otro antiinflamatorio no esteroideo sólo debería usarse a las dosis más bajas posibles durante el menor tiempo posible.
Por ello, resulta muy necesaria la implicación de profesionales de la salud con el fin, de informar y de educar a la población para el uso adecuado de los medicamentos.
Algunos de estos fármacos pueden adquirirse sin receta médica en las oficinas de farmacia por lo que, en muchas ocasiones, son objeto de automedicación. En España, la última Encuesta Nacional de Salud (2017) muestra que un 15% de la población admite automedicarse en alguna ocasión, siendo los AINE los fármacos mayormente utilizados de esta forma. Dicha encuesta concluye que más de un 20% de pacientes con catarros, dolor y fiebre se automedicaron. En este sentido, en el 84% de los casos de automedicación con AINE fueron para tratar el dolor siendo el motivo principal la cefalea, seguido del dolor osteomuscular. Asimismo, la fiebre y el dolor abdominal son dos síntomas que también conducen a las personas al autoconsumo de estos medicamentos.
Según el último informe de utilización de medicamentos publicado por el Ministerio de Sanidad el 22 de septiembre de 2017 sobre el uso de antiinflamatorios no esteroideos, en España existe una tendencia ascendente de consumo de estos fármacos, derivado de un aumento en la expectativa de vida acompañada de un alivio de síntomas como el dolor y la inflamación. Dicho informe muestra cómo se ha aumentado el consumo de AINE, de 38% en 2013, a un 43% en 2016. Los principios activos más usados fueron el ibuprofeno, con un 36% del total de consumo, seguido del naproxeno (23%) y el etoricoxib (10%).