PAMPLONA, 19 (EUROPA PRESS)
Las obras de construcción del ecoducto de Etxarri Aranatz comenzarán en abril y serán ejecutadas por la empresa Obenasa, adjudicataria de la obra por valor de 6,1 millones. La consejera Itziar Gómez, junto con técnicos de Medio Ambiente y responsables de la empresa, han presentado el proyecto al equipo municipal liderado por la alcaldesa de Etxarri, Silvia Marañón.
La infraestructura, de 7,13 metros sobre el nivel de la autovía en el punto kilométrico 22+000 de la autovía A10, contará con una longitud de 60 metros de largo y una anchura de 45 metros para el paso de fauna.
«Se trata de una infraestructura clave para permitir la existencia de un corredor ecológico para resolver los problemas de conectividad de especies entre dos zonas de especial conservación (ZEC) como son la Sierra de Urbasa-Andia y la de Aralar», ha destacado el Gobierno de Navarra en un comunicado.
En concreto, el ecoducto va a conectar las dos áreas del robledal de Aritzalko resolviendo así un problema de conectividad ecológica de gran importancia para la RED Natura 2000, alineada con la Estrategia de la Biodiversidad de la UE para 2030, e identificada como un elemento clave en los planes de gestión de ambos espacios.
En palabras de la consejera Itziar Gómez, «la construcción del ecoducto es un gran paso en favor de la biodiversidad porque abrimos una vía de conexión de la red natura 2000 salvando la principal barrera física para la fauna como es la autovía de la Sakana. Se resuelve un problema de conectividad facilitando el libre desplazamiento de animales y el consiguiente intercambio genético entre poblaciones de mamíferos terrestres que favorecerá su conservación a largo plazo».
Gómez ha explicado que l proyecto «se enmarca dentro de la Estrategia Navarra Green en el componente referido a la defensa de la biodiversidad y se alinea con la Estrategia de la Biodiversidad de la UE para 2030».
La revegetación del corredor ecológico se realizará bajo la supervisión de la Dirección General de Medio Ambiente que se encargará de implantar una cubierta vegetal adecuada a las necesidades de la fauna, dando continuidad a las formaciones de bosques, bosquetes y setos arbustivos que forman el paisaje de las laderas y fondo de valle de ambos macizos. Esta vegetación dará la protección necesaria a la fauna para asegurar su desplazamiento a lo largo del ecoducto. Se abordará una vez finalizada la obra civil.
«Además del importante valor que tiene para la biodiversidad la disminución de la fragmentación del territorio por su beneficio en las poblaciones animales (menor mortalidad no natural principalmente), este ecoducto ha de tener un efecto significativo en este tramo de la autovía en una menor mortalidad de animales. Además, el ecoducto ha de añadir un elemento de seguridad vial en la medida que disminuye la siniestralidad por colisión de los vehículos con la fauna silvestre», ha remarcado el Ejecutivo foral.
En los últimos 20 años, en esta autovía, entre Irurtzun y Alsasua se ha identificado mortalidad en 11 especies de fauna, algunas de ellas amenazadas. Más de 150 animales se han localizado, lo cual supone que la mortalidad «es mucho mayor pues buena parte de ellos nunca llegan a detectarse».
La obra se financia con fondos REACT Infraestructura verde conectividad RED Natura 2000: Urbasa-Andía-AraIar PO FEDER 14-20.