El índice de confianza del consumidor (ICC) frena la pérdida de confianza observada fundamentalmente en el trimestre anterior, marcado por la vuelta paulatina a la actividad tras el levantamiento de la mayor parte de las medidas de contención frente a la pandemia de la Covid-19.
Esta moderación en la caída de la confianza de los consumidores deriva fundamentalmente de las opiniones positivas en la situación económica esperada del hogar y en las expectativas de trabajo.
Al igual que en la Comunidad foral, los índices de confianza de España y la UE reflejan una mejora en el tercer trimestre del año, ha informado el Instituto de Estadística de Navarra en un comunicado.
En concreto, el índice de confianza del consumidor muestra en Navarra opiniones ligeramente más optimistas que en el trimestre anterior, tras pasar de -43,5 a -40,9, si bien empeora respecto al -12,6 alcanzado en el tercer trimestre de 2019.
Respecto al periodo precedente destacan las previsiones favorables sobre la situación económica esperada del hogar, las previsiones del mercado de trabajo y, en menor medida, las expectativas del ahorro. Tan sólo la situación económica general esperada refleja opiniones más pesimistas en el tercer trimestre.
En términos interanuales, todos los componentes presentan pérdidas de confianza, siendo la situación económica general esperada la más destacada.
Si se analiza el índice de confianza del consumidor por sexo, se observan opiniones más pesimistas para las mujeres que para los hombres. Para este trimestre se cifra el índice en -42,9 para mujeres y -39,5 para hombres, destacando la diferencia reflejada en las expectativas del mercado laboral.
Por su parte, el índice de sentimiento del consumidor muestra síntomas de recuperación tras la desaceleración observada durante cuatro trimestres consecutivos y alcanza un valor de 52,4, tras el 50,5 estimado en el trimestre anterior.
Este mayor dinamismo proviene fundamentalmente del optimismo estimado en el momento de compra y en la situación económica esperada del hogar. Tan sólo la situación económica general esperada registra una evolución menos favorable. Con relación al mismo trimestre del año anterior, todos los índices muestran un menor dinamismo.
Asimismo, el índice de expectativas económicas modera ligeramente la caída respecto al trimestre anterior al pasar de -34,9 a -32,9. Salvo las expectativas de demanda que acentúan el descenso, todos los componentes reflejan opiniones más optimistas, donde destacan la mejora de las expectativas de precios, seguido de las previsiones del mercado laboral.
Sin embargo, en términos interanuales, todos los componentes muestran una evolución menos favorable.
Por otra parte, el índice de probabilidad de compra refleja un menor dinamismo y sitúa el índice en 7,6, inferior al 8,1 alcanzado el trimestre anterior, si bien supera el 7,2 estimado el mismo periodo del año anterior.
Casi todos los componentes reflejan opiniones más pesimistas respecto al trimestre anterior siendo las valoraciones sobre la compra de cadena de televisión de pago y compra de coche las más desfavorables.
En términos interanuales, todos los componentes reflejan opiniones más optimistas, excepto compra de coche y compra de segunda vivienda, que muestran una evolución menos favorable.
El índice de situación económica familiar, por su parte, refleja opiniones más pesimistas y se sitúa en 5,4, inferior tanto al 7,6 observado el segundo trimestre de 2020 como al 13,2 registrado el mismo trimestre del año anterior.
Este menor dinamismo deriva fundamentalmente de la pérdida de confianza reflejada en la valoración del ahorro, mientras que las expectativas sobre el ahorro y la situación financiera del hogar reflejan síntomas de ligera recuperación.
