PAMPLONA, 20 (EUROPA PRESS)
Los aparcamientos disuasorios habilitados a las afueras de la ciudad han evitado la circulación de un total de 284.478 vehículos de febrero a agosto por las calles de Pamplona. El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, ha hecho un balance del funcionamiento de esta iniciativa en la Comisión de Presidencia celebrada este martes, recordando los cuatro aparcamientos ya en funcionamiento, en Milagrosa y Rochapea, que han habilitado 746 plazas de rotación, y los cinco que están en estos momentos en ejecución, que sumarán otras 1.375.
El uso total de los cuatro aparcamientos habilitados hasta la fecha, en Rochapea (junto a Capuchinos) y en Milagrosa (en Mochuelo, Blas de la Serna y calle Ulzama) es bastante regular, con más de 40.000 registros al mes, salvo en los meses de verano, cuando el número vehículos que ha usado esta alternativa ha bajado a 32.000 y 35.000 en julio y agosto, respectivamente. Al día, de media, estos espacios han sido usados por 1.342 vehículos a lo largo de los siete meses analizados. En cifras generales, apenas un 1,67% de los usos han sido para periodos de tiempo superiores a 24 horas, lo que confirma la utilidad de estas bolsas de aparcamiento como elemento de rotación.
Estos aparcamientos disuasorios son gratuitos en las primeras 24 horas, si bien, a partir de esas horas, debe abonarse un coste que es de 4,35 euros hasta las 48 horas, y a partir de ahí, 2,85 euros más al día.
La red de aparcamientos disuasorios que el Ayuntamiento de Pamplona ha puesto en marcha busca, a grandes rasgos, evitar la entrada en la ciudad de los vehículos que diariamente se acercan a la capital navarra desde otras localidades, y que rondan, según los distintos estudios, los 13.330 vehículos. A ellos se añaden, además, otros 8.227 vehículos que se desplazan a diario entre los distintos barrios de la ciudad. Se trata, en total de 21.560 desplazamientos de los que un 20% no tienen una solución eficaz de aparcamiento, ya que las plazas de parking actuales y las de zona azul no dan abasto para absorber todo este movimiento, ha informado el Ayuntamiento.
Los aparcamientos disuasorios son una alternativa a esta necesidad, a través de plazas de aparcamiento gratuitas para gestiones breves. De ahí la importancia de lograr que sean, efectivamente, espacios de rotación, con garantías de seguridad, iluminación y espacios acondicionados. Además, su proximidad a paradas de autobús y a paseos peatonales, convierte estas zonas en aparcamientos intermodales, en los que la ciudadanía llega en coche y cambia a otro de desplazamiento más sostenible.
El aparcamiento de la Rochapea, con 260 plazas, es el que más movimiento genera, con 130.086 estacionamientos totales de febrero a agosto, y una media de 615 vehículos al día. Sólo el 1,11% de las estancias dura más de 24 horas.
En la Milagrosa, el aparcamiento de Mochuelo (con 138 plazas) ha registrado 60.000 entradas en siete meses, con una media de 283 vehículos al día. En Blas de la Serna (con 124 plazas), los accesos totales de febrero a junio han sido 51.086, con una media diaria de 241 vehículos. Y en el aparcamiento de la calle Ulzama (con 234 plazas), las entradas registradas han sido 43.306 en este mismo tiempo, con una media de 204 aparcamientos al día.
CINCO APARCAMIENTOS MÁS YA EN OBRAS
Las necesidades crecientes y la buena recepción ciudadana a esta iniciativa han llevado al Ayuntamiento de Pamplona a ampliar la red de aparcamientos disuasorios, de la mano de la llegada de fondos europeos del programa de recuperación económica Next Generation EU. Así, en este mes de septiembre ha comenzado la adecuación de los nuevos aparcamientos disuasorios de Mendebaldea, Arrosadia y San Jorge, a los que se sumará a finales de mes los dos de Trinitarios. El objetivo es que al menos los tres primeros estén listos para mediados de octubre, de forma que se triplicará la oferta actual.
Las obras en estos espacios se están centrando en el cierre perimetral y la instalación de sistemas de control de accesos, la iluminación y la señalización, además de adecuar el espacio interior con la pavimentación de la zona de rodadura y el pintado de las plazas. El coste de las obras asciende a 1.022.317 euros, financiados con los fondos europeos.
El objetivo es ofrecer alternativas de aparcamiento disuasorio en todas las entradas de Pamplona, tanto en Azpilagaña, San Jorge, Rochapea, Txantrea y Lezkairu. De ahí que el Ayuntamiento esté estudiando un proyecto de ampliación de la red de aparcamientos con otros seis más, cuya ejecución dependerá de la recepción de fondos Next Generation EU. De lograrlos, se construirán en Azpilagaña, con 115 plazas; en San Juan (junto al cementerio), con 200 plazas; en Lezkairu, con 360 plazas; y tres en Txantrea (junto al colegio Doña Mayor, con 105 plazas; en la calle Ezcaba, con 100 plazas; y en la zona sur, recién urbanizada, con 122 plazas). En total, estos nuevos aparcamientos generarían 1.002 nuevas plazas, y supondría una inversión de 1,54 millones de euros, IVA incluido.