La comunidad educativa del colegio El Lago de Mendillorri, en Pamplona, ha expresado su preocupación ante el agravamiento de los problemas de filtraciones de agua que afectan al centro desde hace tres años. La dirección del colegio ha remitido un comunicado a las familias en el que detalla la situación, que ha empeorado en los últimos días hasta el punto de inutilizar varias aulas y comprometer el normal desarrollo de la actividad escolar.
Según explican desde el colegio, las goteras afectan a la planta superior, donde se ubican las aulas de 3º a 6º de Primaria. La situación, que ya era preocupante, se ha visto agravada tras la instalación de unas placas solares en la cubierta. Durante los últimos años, el Ayuntamiento de Pamplona ha delegado en la empresa Eulen las labores de mantenimiento para tratar de paliar el problema, sin que se haya logrado una solución definitiva.
El pasado viernes 7 de febrero, la situación se volvió insostenible cuando comenzó a filtrarse una gran cantidad de agua en el pasillo y en dos aulas, llegando a ser necesario utilizar contenedores de basura para recoger el agua, dado que los cubos habituales resultaban insuficientes. El lunes 10 de febrero, el aula de 3º A apareció completamente encharcada, lo que obligó a trasladar al alumnado al aula Ikasnova, afectando la actividad de otros grupos. Además, parte del techo del pasillo se desplomó, lo que obligó a su precintado.
El martes 11 de febrero, los trabajos de reparación continuaron con el uso de taladros y maquinaria pesada, dificultando la actividad docente. Sin embargo, el miércoles 12 de febrero una nueva aula, la de 4º A, quedó inutilizada, lo que obligó a trasladar a los alumnos al aula de música, afectando a su vez a las clases de esta especialidad.
Desde la dirección del colegio advierten del riesgo que supone la presencia de agua en contacto con la instalación eléctrica y alertan de que, si la situación persiste, el pasillo donde se ubican ocho grupos de alumnos podría quedar clausurado por motivos de seguridad. También señalan que no disponen de aulas vacías para reubicar al alumnado en condiciones adecuadas.
El Ayuntamiento de Pamplona ha comunicado que la única solución viable es una obra integral en el tejado, pero se trata de una intervención a largo plazo y no inmediata.
La comunidad educativa lamenta que el problema se haya prolongado en el tiempo sin una solución definitiva y reclaman "medidas urgentes para garantizar la seguridad y el correcto desarrollo de las clases".
Desde la dirección del centro se han comprometido a mantener informadas a las familias sobre cualquier novedad y a reorganizar la actividad escolar en la medida de lo posible mientras se buscan soluciones a la situación.
