La asociación Nofumadores.org ha presentado denuncia contra la residencia para la Tercera Edad Heliópolis, en Sevilla, que también funciona como Centro de Día, por no proteger del humo del tabaco a una de sus internas, Isabel Romero Gozalo, septuagenaria, la cual sufre de diversas patologías asociadas a la edad, agravadas por la exposición continúa al humo de tabaco de otros residentes. La presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina, reclama a la Consejería de Salud que “haga cumplir la legislación y proteja de forma inmediata a los ancianos del humo del tabaco en esta residencia que además tiene plazas concertadas dependientes del Ayuntamiento de Sevilla”.
La Ley 28/2005, conocida como Ley del Tabaco, contempla en su disposición adicional décima que en los centros residenciales de mayores o de personas con discapacidad no se podrá fumar ni en las habitaciones ni en el resto de las zonas comunes. En el caso de Isabel Romero, ésta recibe constantemente el humo procedente tanto de otras habitaciones en las que se permite fumar a los internos, como de aquellos que salen a fumar al pasillo.
Isabel, desesperada, ha llegado a llamar a la Policía Local, la cual se negó a intervenir y denunciar tanto a la persona que fumaba en ese momento dentro de una de las habitaciones como a la residencia. A instancias de Isabel, Nofumadores.org también ha llamado a la Policía Local de Sevilla. El agente que atendió la llamada adujo que no era de su competencia ni podían intervenir porque se trataba de un recinto privado. “No puede ser que la agresión constante a una anciana, y el recibir un humo cancerígeno lo es, quede sin respuesta tanto por la policía como por el centro. Isabel está sufriendo cada día porque las autoridades no hacen nada para impedir estas agresiones”, afirmó la presidenta de Nofumadores.org. Para la asociación, la policía debería estar capacitada para entrar en la residencia, y levantar actas de denuncia.
Isabel Romero afirma que son los propios responsables de la residencia quienes no están haciendo cumplir la Ley del Tabaco, al no tomar cartas en el asunto como confiscar el tabaco a los residentes incumplidores o denunciarles a las autoridades, como correspondería hacer en estos casos.
Si bien es cierto que, según la disposición adicional décima, “se podrá habilitar una zona específica para fumadores, cuyo uso exclusivo será para residentes y ésta deberá estar debida y visiblemente señalizada y contar con ventilación independiente o con otros dispositivos para la eliminación de humos”, su instalación es tremendamente costosa e inefectiva y, además, no es el caso del centro de Sevilla, que no cuenta con una sala con estas características y, por tanto, fumar debería estar prohibido en todos sus espacios. En el caso de que se instalara una sala de fumadores con los citados requisitos técnicos estaría vedada tanto para trabajadores como para visitantes. Las residencias son, fundamentalmente, según nuestra legislación vigente, lugares libres de humo.
La presidenta de Nofumadores.org afirma que “tenemos una ley que protege a Isabel de recibir aire cancerígeno en su lugar de residencia, pero es imprescindible que haya mecanismos que vigilen su efectivo cumplimiento”. Según la Ley de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo son los responsables del centro los que tienen que hacer cumplir que no se fume dentro del mismo, en caso contrario se exponen a sanciones de entre 601 y 10.000 euros.
Los incendios en residencias se cobran decenas de víctimas
En España los incendios en residencias de ancianos se han cobrado decenas de vidas en las últimas décadas. Sin embargo, las quejas sobre la permisividad de estos establecimientos con el tabaco siempre caen en saco roto. En el precedente más reciente, el 14 de noviembre de 2024, al menos diez personas fallecieron en un incendio que se produjo en el psicogeriátrico Jardines de Villafranca, en Villafranca de Ebro, un pequeño pueblo de 800 habitantes a 20 minutos de Zaragoza.
Entre los incendios con mayor número de víctimas mortales figuran asimismo tres registrados en residencias de ancianos: el que se produjo el 19 de enero de 2022 en un geriátrico de Moncada (Valencia), donde fallecieron nueve ancianos; el registrado el 12 de julio de 2015 en un geriátrico de Zaragoza, con el resultado de ocho muertos; y el ocurrido en una residencia de Sevilla, el 8 de febrero de 2010, donde murieron siete mayores.
El 10 de marzo de 2014, un matrimonio de 75 y 78 años murió en un incendio declarado en su propia habitación, en la residencia de ancianos Reina Sofía, situada en el municipio madrileño de Las Rozas y todo apuntó a una colilla mal apagada como posible causa del suceso. La permisividad y la negligencia de las residencias de Tercera Edad a la hora de hacer cumplir la legislación vigente sobre tabaco ha supuesto en los últimos años un buen número de muertos y heridos, sin contar los daños materiales.