Navarra enfrenta una preocupante saturación en sus recursos de acogida y atención a menores, según se desprende de los datos aportados por la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, en respuesta a una pregunta escrita de la parlamentaria de UPN, Raquel Garbayo.
La situación actual (con cifras del pasado mes de julio) refleja una alta ocupación en los centros residenciales, pisos de autonomía y recursos especializados, superando en muchos casos la capacidad disponible, lo que evidencia la presión sobre el sistema de protección de menores en la comunidad.En total, los recursos de acogida de Navarra cuentan con una capacidad global de 576 plazas, pero actualmente están ocupadas por 598 menores, superando la capacidad total en un 3,8%. Esta saturación refleja un sistema que opera al límite, con centros y pisos de acogida que exceden sus capacidades y con constantes nuevos ingresos en proceso.
Con cifras de julio, los Centros de Observación y Acogida (COA), dependientes de la Subdirección de Infancia, Adolescencia y Familia del Departamento de Derechos Sociales, muestran cifras alarmantes. El COA Beloso, destinado a menores de 14 años, tiene una capacidad de 15 plazas, pero actualmente acoge a 24 menores, lo que implica una sobreocupación considerable. En la misma situación se encuentra el COA Ilundain/Etxegaray, para mayores de 14 años, con una capacidad de 12 plazas pero una ocupación de 18 menores. Esta situación se repite en el COA Marcilla, especializado en menores migrantes, que supera en 11 personas su capacidad máxima de 40 plazas, atendiendo actualmente a 51 menores.
Los centros de acogimiento residencial especializado también muestran signos de saturación. La mayoría de ellos, como Gorraiz, Ermitagaña y Beriáin, operan a su máxima capacidad, mientras que otros, como Mutilva y Oñarri, se encuentran en proceso de recibir nuevos ingresos, lo que anticipa un incremento de la presión sobre estos recursos.
En los centros de acogimiento residencial básico, la situación es igualmente complicada. De las 28 instalaciones disponibles, muchas se acercan al límite de su capacidad o ya están al máximo, como es el caso de Fontellas, Mutilva, Ermitagaña, Huarte, Íñigo Arista, Tudela, y Villava. Además, varios centros como Artica 1 y Orkoien están en proceso de recibir nuevos ingresos, lo que pone de manifiesto la continua demanda y la dificultad del sistema para absorber a todos los menores que necesitan atención.
Los pisos de autonomía, que proporcionan un entorno más independiente para jóvenes en proceso de transición hacia la vida adulta, también están prácticamente llenos. De las 27 viviendas disponibles, la mayoría ya han alcanzado su capacidad máxima, y algunas como las ubicadas en San Jorge y Alberto Pelairea (Tudela), se encuentran en proceso de incorporar nuevos residentes. Esta situación subraya la necesidad de ampliar y reforzar estos recursos para evitar una mayor sobrecarga.
