La Guardia Civil de Navarra ha detenido en fechas recientes a dos varones, de 51 y 25 años, y a dos más, de 78 y 24 años, se les ha citado en calidad de investigados como presuntos autores de un delito de cultivo o elaboración de drogas. Además a unos de los detenidos se le investiga por delito de robo con fuerza a las cosas y un segundo delito de tenencia ilícita de armas.
Según la Guardia Civil, la colaboración ciudadana resultó fundamental para dar inicio a las investigaciones, cuando a principios del mes de octubre se recibió una llamada en el teléfono de atención al ciudadano de la Guardia Civil 062 en la que una persona informó de que una finca rústica en la Ribera de Navarra emanaba un fuerte olor a marihuana.
Se hizo cargo de las investigaciones la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Navarra (UOPJ). En las primeras pesquisas se apreció que de una finca rústica vallada al completo se desprendía un fuerte olor posiblemente a marihuana, dándose inicio a la denominada Operación ROCMARI. Dentro de las investigaciones llevadas a cabo, a través de las vigilancias discretas, se pudo comprobar la existencia de dos invernaderos ocupados en su totalidad por plantas de marihuana.
Con las evidencias de tratarse de un punto de cultivo y fabricación de drogas, se solicitó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tudela, encargado de las investigaciones, un mandamiento para la entrada. En el registro de la finca se hallaron dos invernaderos ocupados al completo por plantas de marihuana, un almacén que era utilizado como laboratorio/secadero que contenía maquinaria específica que en momento de la entrada estaba en funcionamiento para el secado de la marihuana.
Los detenidos tomaban fuertes medidas de seguridad, ha informado la Guardia Civil, que ha añadido que en la plantación siempre había alguna de las dos personas detenidas, solían dormir en el lugar y poseían armas de fuego, que fueron recuperadas en el registro.
Las armas recuperadas en el registro eran una escopeta repetidora del calibre 12, que figuraba como sustraída, y una escopeta de aire comprimido con mira telescópica. Todas estas medidas se debían a que en esta época son frecuentes los robos en esta clase de cultivos ilícitos entre personas involucradas en el mundo del tráfico de drogas.
Con la desarticulación de este grupo, se ha eliminado un punto de cultivo y elaboración de drogas y se ha conseguido evitar la llegada inmediata al mercado ilícito de 65 kilos de marihuana, que tendrían un valor superior a los 116.000 euros.